Antoni Ferrer (I)

En 1779, Antoni Ferrer interceptó un barco inglés que había capturado dos saetías, una catalana, y dos bombardas valencianas, liberándolas y posteriormente llevó la balandra inglesa a Almería.

En 1780, Ferrer llegó al puerto de Ibiza con una urca danesa cargada de mercancías de contrabando, capturada junto con Josep Ferrer "Miqueleta". También apresó un jabeque veneciano que entró en el puerto de Palma con un cargamento de pasas y madera destinado a Inglaterra, una fragata de Livorno, un barco inglés cerca del cabo de Túnez que llevó a Cartagena por falta de documentación clara y resistencia, hasta el punto de que Ferrer tuvo que usar la artillería.

También tuvo un enfrentamiento notable con dos barcos procedentes de Menorca en las desafiantes costas de Ibiza. Los dos barcos de Menorca, cada uno con su propia tripulación y objetivos, se encontraron con él en estas aguas.

Más tarde, cerca del famoso cabo de Túnez, un lugar de importancia estratégica, fue atacado por dos barcos moros. Estos barcos, cargados de hombres y armas, representaban una amenaza significativa. Sin embargo, demostró su valentía y habilidad táctica al desmantelar a los dos barcos moros a cañonazos. Este ataque se produjo cuando los barcos moros intentaron desembarcar a su tripulación, probablemente con la intención de tomar el control de su barco. Sin embargo, la tripulación de los barcos moros se encontró huyendo del fuego de Ferrer, que les obligó a retirarse, demostrando una vez más su habilidad en el combate naval. Estos eventos subrayan la naturaleza desafiante y peligrosa de su vida en el mar durante este período.

En 1781, Ferrer llegó al puerto de Palma con un navío (un diate portugués) sospechoso de espiar la operación que se estaba preparando contra Menorca. En febrero, aceptó una oferta de contrato por 1.000 pesos mensuales con la condición de que debía luchar dondequiera que lo enviaran. Ese mismo mes, estaba al pairo cerca del cabo de Gata y capturó un londro de Menorca cargado de vino, sal y fideos, llevándolo a Almería. Más tarde, entró en Málaga con un barco veneciano que, a pesar de no tener la documentación en regla, fue declarado mala presa y liberado.

En mayo de 1781, el gobernador de Orán solicitó que el barco de Ferrer fuera asignado a él, ya que Ferrer era un experto en las costas de Barbaria.
Fuentes: Pere Vilàs Gil (EEiF), Voy@ibiza (AfM)
Imagen superior: Corsarios de Ibiza (Eivissa). Antoni Ferrer
Foto: Voy@ibiza

Antoni Ferrer (II)

Durante el caluroso mes de julio, se encontraba en medio del intenso asedio de Gibraltar, una situación complicada. En ese momento, tomó la difícil decisión de comunicar que debía abandonar el asedio. La razón de esta decisión fue un brote inesperado de sarampión que había surgido a bordo de su barco. Este brote no solo había enfermado a muchos, sino que también había causado la trágica muerte de tres valientes tripulantes, una pérdida lamentable para todos a bordo.

Luego, en el mes siguiente, en agosto, tuvo una victoria significativa. Logró capturar un barco portugués que navegaba por las aguas cercanas. Este barco no solo llevaba una cantidad considerable de dinero, sino que también contenía documentación importante. Esta documentación estaba destinada a Mahón, lo que añadió un valor estratégico a la captura del barco. Esta serie de eventos marcó un período de altibajos durante esos dos meses de verano.

En mayo de 1782, Ferrer llevó al segundo general inglés de Menorca de Mahón a Marsella y se quejó a las autoridades de que no podía mantener a la tripulación con 1.000 pesos. En junio, entró en Málaga con un barco inglés cargado de vino, panceta, jamones y vasijas de medicinas.

En 1783, el comandante general de Cartagena propuso que Ferrer y Bartomeu Cabanilles realizaran el control y seguimiento en las costas, islas y canales de África, pero el jabeque estaba en Cartagena ya que Antoni Ferrer estaba enfermo de una parálisis que había sufrido desde el asedio de Gibraltar.

El barco fue autorizado a salir bajo el mando de su segundo, Joan Sales, y fue destinado a proteger las costas del levante peninsular hasta Catalunya. En octubre, fue asignado a proteger la costa desde el Cabo de Gata hasta Alicante, aunque la enfermedad del capitán persistía.

En 1793, solicitó permiso para hacer el corso en la zona del cabo de Creus, debido a la inminente guerra que se preveía con Francia, ya que los barcos franceses ya habían comenzado a capturar navíos españoles.

No se tienen más noticias de este capitán hasta 1806, año en que, junto con Josep Selleres, solicitó que se les eximiera de pagar la pólvora y las municiones que gastaran en combate.
Fuentes: Pere Vilàs Gil (EEiF), Voy@ibiza (AfM)
Imagen superior: Corsarios de Ibiza (Eivissa). Antoni Ferrer: Barco Pirata
Foto: Voy@ibiza

Emabarcaciones de la época

Embarcaciones mencionadas en el artículo:
Saetía: La Saetía era una embarcación de vela latina usada principalmente en el mar Mediterráneo desde la época medieval hasta el siglo XVIII. Era un tipo de galera, pero con mayor tonelaje que la galeota. Tenía un solo puente con dos cubiertas y dos o tres mástiles. Poseía 2 cañones agalerados tanto en proa como en popa y 8 cañones pedreros de 25 quintales a cada lado. La saetía se utilizaba principalmente para la guerra del corso y el transporte de mercancías.

Bombarda: La Bombarda era un tipo de buque de guerra de madera de vela. Su armamento principal no eran cañones, sino morteros montados hacia adelante cerca de la proa y elevados a un ángulo alto. Las bombas explosivas se empleaban en lugar de disparos sólidos. Las bombardas eran barcos especializados diseñados para bombardear posiciones fijas en tierra.

Balandra: La Balandra Canaria apareció a finales del siglo XIX en la flota pesquera de las islas, inspirada en barcos del Atlántico europeo. Respondía a la necesidad de barcos grandes y rápidos, capaces de llegar a las costas africanas en pocas horas.

Jabeque: El Jabeque, también conocido como Xebec, era un barco de vela mediterráneo que se usaba principalmente para el comercio. Los jabeques tenían un bauprés largo sobresaliente y un palo de mesana colocado hacia atrás. El término también puede referirse a un pequeño y rápido barco del siglo XVI al XIX, utilizado casi exclusivamente en el mar Mediterráneo.

Urca: La Urca era un tipo de embarcación, similar a una fragata, de gran anchura en su centro, de unos 40 m de largo, que podía ser de carga para el transporte de mercancías o de guerra y que fue utilizada hasta el siglo XVIII.

Fragata: Durante el siglo XVII y gran parte de la primera mitad del siglo XVIII, el término "fragata" abarcaba barcos con dos cubiertas de armas completas calificadas con alrededor de 50 cañones, así como embarcaciones de un solo puente más pequeñas. En el segundo cuarto del siglo XVIII, la "verdadera fragata" se desarrolló en Francia.

Londro: Un londro era un buque de vela latina, de un solo palo muy utilizado en pesca y como transporte mercante en la zona de Levante y Baleares, aunque también servía para el corso. Era una embarcación ideal para "atrapar" presas pequeñas.
Fuentes: Pere Vilàs Gil (EEiF), Voy@ibiza (AfM)
Imagen superior: Antoni Ferrer. Corsarios de Ibiza (Eivissa)
Foto: Voy@ibiza

Imagen superior: Corsarios de Ibiza. Antoni Ferrer: Batalla naval
Foto: Voy@ibiza

Imagen superior: Antoni Ferrer, Corsario ibicenco
Foto: Voy@ibiza

Imagen superior: Antoni Ferrer, Corsario ibicenco: Lucha en cubierta
Foto: Voy@ibiza