Podenco ibicenco (I)

El Podenco Ibicenco es utilizado en Ibiza y Formentera para la caza del conejo. El estándar oficial, que data de 1930, dice que se trata de una raza muy rústica, originaria de Ibiza y muy común en Baleares, si bien asegura que en Mallorca están los mejores ejemplares. Afirma, igualmente, que es abundante en Catalunya, Valencia, el Rosselló y Provenza, conocido con el nombre de perro mallorquín o perro de Baleares, aunque reconoce que es más conocido con el nombre de origen: podenco ibicenco.
Precisamente, el nombre de este perro, que pertenece al grupo de los perros conejeros (perros cazadores, que utilizan la estrategia y no la persecución directa de la presa), ha sido siempre motivo de polémica. Ya el 13 de junio de 1930, el presidente de la Real Sociedad Central de Fomento de las Razas Caninas en España contestaba al presidente de la Sociedad de Cazadores La Ibicenca, Bartomeu Prats Escandell, para comunicarle que el perro pasaría a denominarse es ca eivissenc: «En virtud de lo interesado por la Sociedad de Cazadores La Ibicenca, que V. S. tan dignamente preside, en escrito de 3 de febrero del corriente año, relativo al número que se debe dar al podenco por unos titulado Can Eivissenc y por otros Podenco mallorquín, con fecha 26 del mismo mes de febrero escribimos a nuestro representante para la islas Baleares, Don Alfredo Llompart, rogándole realizar una encuesta sobre el particular, para determinar, teniendo en cuenta las opiniones más fundamentales, cual es el título que en lo sucesivo deba tener el podenco que se cría en las Baleares. En 7 del corriente mes de junio hemos tenido carta de Don Alfredo Llompart, en la que nos dice que después de haber consultado con todos los cazadores viejos de alguna ilustración, con varios escritores y con filólogos de nota, todos dicen con rara unanimidad y noble franqueza que en Mallorca nunca se ha hablado de Podenco mallorquín y sí siempre del Ca Ervisench (así reza en su escrito). Reunido hoy jueves 12 de junio de 1930 el Bureau o subcomité de esta colectividad, se acordó por unanimidad (...) se conozca en lo sucesivo oficialmente por el nnombre de Podenco ibicenco».

El podenco ibicenco tiene una cabeza larga y estrecha, en forma de cono agudo; el cráneo es largo y seco con la depresión frontal poco pronunciada. Las orejas son derechas, dirigidas hacia delante y muy móviles; los ojos son oblicuos, pequeños y de color siempre ámbar claro. La nariz es de color carne y suele tenerse en cuenta para determinar la pureza de la raza (un color oscuro puede indicar algún cruce con otras razas). El color del perro es blanco y rojo, o blanco y leonado, o unicolor, aunque es raro. El peso oscila entre los 20 y 24 kg. En cuanto a la altura del perro, también hay muchas controversias, ya que la moda ha impuesto a veces perros más esbeltos y altos que los que viven en Ibiza. Incluso se indica una altura de entre 66 y 72 cm, que está muy lejos de la realidad. Los perros que se crían en Ibiza y Formentera son más bajos. La media de la hembra es de 58 cm, y la del macho es de 62 cm (un 8% más), más cerca de lo que señala el estándar de 1930 (machos de 60 a 66 cm y hembras de 57 a 63 cm) . La altura tiene una importancia relativa en función de la tarea encomendada al perro; si se trata de un perro de compañía o para participar en concursos, posiblemente una altura mayor le favorece y le da más belleza, pero a la hora de cazar en matorrales como los de Ibiza, un perro más bajo tiene más posibilidades .

En las Pitiusas, la práctica totalidad de los perros no tiene pedigrí y la selección se realiza únicamente según la función de la caza. Los cazadores no tienen ningún miramiento al eliminar a aquel cachorro que no demuestra una predisposición a la caza desde pronto y esto permite llevar a cabo una correcta selección de la raza en la línea de trabajo, no siempre aceptada por todos los clubes oficiales del ca eivissenc que existe en España y en el extranjero (EE.UU., Francia, Holanda, etc.), que prefieren dar prioridad a la morfología. Tampoco se acepta esta selección por parte de las Asociaciones de Protección de Animales, que encuentran que los métodos son demasiado expeditivos.

Sobre el origen del podenco ibicenco sólo se hacen conjeturas, a falta de pruebas concretas que demuestren que deriva de los perros llevados por los fenicios desde Egipto. Ésta es la hipótesis más aceptada por la mayoría de autores y expertos. Es sin duda una de las razas más antiguas del mundo, que se mantiene bien conservada gracias a la cría endógena, limitada por la insularidad. Posiblemente los fenicios importaran perros de las razas llamadas perros del faraón y, una vez en la isla, la selección, tanto natural como artificial, convirtió aquellos primeros perros en lo que hoy se conoce como podenco ibicenco. Aquellos perros también podrían haber originado las distintas variedades de perros conejeros que actualmente se encuentran en la Península (conejero portugués, andaluz, extremeño, etc.).

(EEiF) Antoni Manonelles Bolle [AMB], Antoni Pedro Marí [APM], Neus Riera Balanzat [NRB]
Imagen superior: Podenco Ibicenco: vista de la cabeza
Foto: Varios red

Podenco ibicenco (II)

La raza del podenco ibicenco, modificada en pequeños aspectos de adaptación a las Pitiusas, podría tener unos 6.000 años de antigüedad. Hay referencias en tumbas de faraones de la primera dinastía (3400 aC) y de más recientes donde se encuentran representaciones de perros muy parecidos al podenco ibicenco. Se trata de perros ligeros, de línea media, de mucha pierna, de cabeza y cuello largos y delgados, y con orejas derechas y cola larga. Estos podrían haber sido los primitivos perros ibicencos, y ser sus antepasados ​​directos (perros de los faraones o, posiblemente, basenji) que sufrieron modificaciones ecoetológicas causadas por el clima y por la geografía de las islas. El tipo de perro representado en las tumbas o en esculturas podría haber formado el grupo de perros de rasgos similares que los fenicios o cartagineses extendieron por las islas del Mediterráneo occidental y desde las islas a la Península, o bien directamente, así como en Canarias, aunque no está tan claro cómo se produjo su expansión, ni qué cultura los esparció.

Los primeros perros llegados a Ibiza, seguramente del tipo de perro del faraón (Pharaon hound), fueron convirtiéndose en una raza pura a causa del cruce consanguíneo efectuado por el aislamiento, cosa que no ocurrió en la Península, donde la raza ha estado más afectada por cruces bordes. Se dice que los primeros perros apenas cazaban, pero que al encontrarse en un lugar donde había muchos conejos desarrollaron el instinto hasta convertirse en una gran especialidad.

El podenco ibicenco es un perro de caza sobre todo, aunque también hay gente que, últimamente, lo emplea como perro de compañía. Es un animal muy rústico, potente y resistente, que soporta horas de trabajo sin darse cuenta. Emplea todos sus sentidos en la caza, lo que le distingue básicamente de los galgos, y se fía de la vista, el oído y el olfato para localizar y perseguir al conejo, hasta cogerlo. Normalmente se suele cazar en grupos de cuatro o seis cachorros, ya que el macho se considera que molesta a los otros perros, aunque también es buen cazador. Los perros hacen todo el trabajo: buscan la pieza y la capturan; por eso disponen de un sistema de comunicación visual para saber en todo momento dónde se encuentra su compañero, y no suelen chuparse hasta que no han descubierto el conejo. Este sistema de caza es muy apreciado por los cazadores, ya que conforma un arte primitivo donde no es necesaria la escopeta, sino el trabajo del animal, ayudado por el hombre.

Los cazadores consideran el podenco ibicenco como el mejor animal para la caza en barras. Una vez localizada la pieza, ésta tiene el impulso de huir, y es en este momento cuando el perro aplica sus extraordinarios sentidos del oído y la vista, además del olfato, y a que se fía para perseguirla. Su cuerpo atlético le permite dar saltos en el aire que componen un gran espectáculo durante la persecución del conejo; así se para en seco, vuelve a correr, gira de golpe, y todo ello en perfecta armonía y coordinación con el resto de perros que componen el grupo. Normalmente, el grupo de perros, que muchas veces se ha comparado a un grupo de cánidos salvajes por su primitivismo, suele tener un "jefe" entre los que la componen, que dirige la operación de caza, sin que nadie se dé cuenta más que el propio cazador. Cuando un perro localiza a un conejo, actúa de una manera característica que los demás perros y los cazadores conocen muy bien; de repente la pandilla rodea la pieza. Si el conejo escapa, todos los perros vuelven a empezar hasta que lo cogen y lo llevan al dueño, muchas veces todavía vivo.

Los perros empiezan a enseñarse cuando tienen cuatro o seis meses y muy pronto ya empiezan a llevarlos al bosque para que aprendan de los otros perros ya cazadores. Cuando tienen meses se les suelta algún conejito o se hace correr ante ellos un lío de piel de conejo atado a una cuerda, que estimula el instinto de caza; aprenden el resto prácticamente solos.

Según los cazadores ibicencos, hay dos variedades de perros: una de pelo liso y otra de pelo duro, pero niegan que haya perros de pelo largo, como a veces se ven en libros o exposiciones. En Formentera es donde más perros de pelo duro existen, pese a que su introducción es más reciente.

El podenco ibicenco es muy independiente y no necesita la compañía del hombre para vivir, como ocurre con el resto de perros; suele campar muy bien solo, lo que demuestra la gran adaptación de este perro al medio donde vive, y esto lo confirma el hecho de que a menudo se encuentran perros sueltos y sin dueño, que van de un lado para otro, sin provocar daños a los animales domésticos y sin acercarse demasiado al hombre.

(EEiF) Antoni Manonelles Bolle [AMB], Antoni Pedro Marí [APM], Neus Riera Balanzat [NRB]
Imagen superior: Podenco Ibicenco saltando entre matas
Foto: Varios red

Podenco ibicenco (III)

El podenco ibicenco tiene una jerarquía muy marcada y cada uno sabe perfectamente cuál es su papel dentro del grupo o la pandilla. Asimismo, cuando el perro se encuentra sólo puede mostrar aspectos de un comportamiento de guarda de la propiedad o del domicilio del dueño, aunque esta tarea está prácticamente limitada a los machos, e incluso se da con poca frecuencia. Cuando no cazan suelen ser animales tímidos o casi miedosos, rasgos que cambian muy radicalmente si el grupo está en pleno trabajo de búsqueda o persecución del conejo en el bosque: entonces se vuelven descarados, atrevidos y se alientan unos a otros sin reparar en nada ni ver más peligro que la reñida del dueño si no cogen la presa.

El podenco ibicenco se ha extendido por casi todo el mundo desde Ibiza y en tiempo reciente. Este hecho conforma una circunstancia especial que convierte a este animal en un embajador ibicenco por numerosos países. La raza ha sido introducida en la Península Ibérica y en la Catalunya Norte; aunque en muchos de estos lugares tienen perros parecidos, los ibicencos son más apreciados para la caza. Existen igualmente sociedades dedicadas a la cría del podenco ibicenco en Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania, Rusia, Austria y Holanda, además de ejemplares en muchos otros países. Es destacable que en Inglaterra los aficionados a la caza constituyeron un club del podenco ibicenco para fomentar la cría y en Los Ángeles hay exposiciones de perros ibicencos nacidos en estos países. Esta expansión tiene un peligro del que a menudo se ha hablado, ya, porque no siempre los criadores forasteros crían a los animales mirando su funcionalidad, sino que lo hacen para ganar concursos de belleza. En España está el Club del Ca Eivissenc, que está ubicado en Mallorca, mientras que en Ibiza no hay ninguna sociedad en activo ni ningún club que fomente la raza del podenco ibicenco tal y como es realmente en las Pitiusas.

Características y etología: El podenco ibicenco es muy sumiso con el dueño y respeta sus órdenes, sin oposición de ningún tipo. Sin embargo, suele ser muy desconfiado con los extraños, aunque las hembras muestran a menudo una gran docilidad. Es independiente y tiene pautas de conducta bien marcadas que le diferencian de otras razas de perros, como puede ser la gran expresividad que suelen mostrar con los miembros de la familia humana en la que viven y con sus congéneres inferiores. Aún así, tienen una marcada jerarquía intraespecífica que remarca las pautas comunes con otras razas. El jefe del grupo de perros suele ser muy autoritario y hace respetar las normas internas a la hora de comer o cazar; también la maternidad constituye un fuerte instinto y ellas son buenas madres.

En estado de libertad (perros huidos o soltados), el podenco ibicenco suele ir vagando y le cuesta trabajo formar pandillas con otros perros. Él se procura el alimento preciso para vivir y se aprovecha de los restos de la comida que le puedan dar las personas, aunque esto no le condiciona a mostrarse más amistoso o sumiso que lo necesario para recoger la comida. Los cazadores y la gente que tiene podencos ibicencos dicen que es un animal muy inteligente, si bien esta circunstancia es meramente anecdótica, ya que la inteligencia se valora, en este caso, por la capacidad que tiene un ejemplar para capturar las presas, y como el tipo correspondiente al perro conejero utiliza una estrategia común para la caza, está acostumbrado a utilizar métodos que parecen inteligentes, pero que únicamente reproducen las pautas de conducta de sus antepasados ​​primitivos, de los que heredaron estos sistemas de caza, en colaboración con los demás miembros del grupo o manada. Este primitivismo permite, en efecto, mostrar ciertas ventajas y aparecer con un grado de inteligencia superior a otras razas más modernas o seleccionadas. [APM]

Cuando los campesinos, tanto de Ibiza como de Formentera, no pueden perder unas horas de jornal cazan de noche, siempre sin escopeta. Antiguamente, el campesino sólo tenía un perro o dos, ya que no podía alimentar más. Les daban algarrobas e higos secos.

En cuanto a la inteligencia del podenco ibicenco se cuenta la siguiente anécdota: un catalán, hijo de madre ibicenca, Carlos Bielsa Balanzat, que había pasado la guerra en la isla con su abuela, unos años después llevó a Barcelona un podenco ibicenco para hacerle competir en las carreras del canódromo; en la primera vuelta el perro corrió, como todos los otros perros conejeros, detrás de la liebre mecánica, pero en la segunda vuelta le salió el instinto cazador, atravesó la pista y se echó sobre el conejo mecánico con tanta mala suerte que ese ingenio le rompió las dos patas. Y ahí acabó la competición del podenco ibicenco en los canódromos. [NRB]

(EEiF) Antoni Manonelles Bolle [AMB], Antoni Pedro Marí [APM], Neus Riera Balanzat [NRB]
Imagen superior: Podenco Ibicenco, ca eivissenc
Foto: Varios red

Un ca eivissenc. Un podenco ibicenco.
Foto: (EEiF) Joan A. Riera

Pareja de podencos ibicencos en el bosque
Foto: Varios red

Primer plano de un podenco ibicenco
Foto: IbizaTravel (Portal Oficial de Turismo de Ibiza)